La Semana Santa es la conmemoración anual cristiana de la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús de Nazaret o, lo que es igual, conmemorar sus últimos días; por ello, es un período de intensa actividad litúrgica dentro de las diversas confesiones cristianas. Da comienzo el Domingo de Ramos y finaliza el Domingo de Resurrección, aunque su celebración suele iniciarse en varios lugares el viernes anterior (Viernes de Dolores) y se considera parte de la misma el Domingo de Resurrección.
La Semana Santa va precedida por la Cuaresma, que finaliza en la Semana de Pasión donde se celebra la eucaristía en el Jueves Santo, se conmemora la Crucifixión de Jesús el Viernes Santo y la Resurrección en la Vigilia Pascual durante la noche del Sábado Santo al Domingo de Resurrección.
Durante la Semana Santa tienen lugar numerosas muestras de religiosidad popular a lo largo de todo el mundo, destacando las procesiones y las representaciones de la Pasión.
Los días más
importantes de la Semana Santa son los formados por el llamado Triduo Pascual: La introducción al Triduo (el Jueves Santo y los días
Viernes Santo), en el que se conmemora la muerte de Cristo; Sábado Santo, en el que se conmemora
a Cristo en el sepulcro, y el Domingo de Pascua de la Resurrección.
La Semana Santa, se inicia el Domingo de Ramos,
y finaliza el Domingo
de Resurrección o Pascua de Resurrección. La fecha de la semana
Santa, es variable, se calcula para el (Ver "Historia").
Historia
La Semana Santa es la semana
en la cual el cristianismo
celebra los eventos de fe relacionados a los últimos días de Jesús,
incluyendo en particular, su pasión,
muerte y resurrección.
A principios del siglo IV había en la cristiandad
una gran confusión sobre cuándo había de celebrarse la Pascua cristiana o día
de Pascua de Resurrección, con motivo del aniversario de la resurrección de
Jesús de Nazaret. Habían surgido en aquel momento numerosas tendencias o grupos
de practicantes que utilizaban cálculos propios. Ya en el Concilio de Arlés (en
el año 314), se obligó a toda la Cristiandad a celebrar la Pascua el mismo día,
y que esta fecha habría de ser fijada por el Papa, que enviaría epístolas a
todas las iglesias del orbe con las instrucciones necesarias. Sin embargo, no
todas las congregaciones siguieron estos preceptos.
Es en el Concilio de Nicea
I (en el año 325)
donde se llega finalmente a una solución para este asunto. En él se estableció
que la Pascua de Resurrección había de ser celebrada cumpliendo unas
determinadas normas:
- Que la Pascua se celebrase en domingo.
- Que no coincidiese nunca con la Pascua judía, que se celebraba independientemente del día de la semana. (De esta manera se evitarían paralelismos o confusiones entre ambas religiones).
- Que los cristianos no celebrasen nunca la Pascua dos veces en el mismo año. Esto tiene su explicación porque el año nuevo empezaba en el equinoccio primaveral, por lo que se prohibía la celebración de la Pascua antes del equinoccio real (antes de la entrada del Sol en Aries).
No obstante, siguió habiendo diferencias entre la
Iglesia de Roma y la Iglesia de Alejandría, si bien el Concilio de Nicea dio la
razón a los alejandrinos, estableciéndose la costumbre de que la fecha de la
Pascua se calculaba en Alejandría, que lo comunicaba a Roma, la cual difundía
el cálculo al resto de la cristiandad.
Finalmente fue Dionisio el Exiguo (en el año 525)
quien desde Roma convenció de las bondades del cálculo alejandrino,
unificándose al fin el cálculo de la pascua cristiana.
La Pascua de Resurrección
es el domingo
inmediatamente posterior a la primera Luna
llena tras el equinoccio
de primavera,
y se debe calcular empleando la Luna llena astronómica. Por ello puede ser tan
temprano como el 22
de marzo, o tan tarde como el 25 de abril.
En algunos países se suspenden las labores docentes
durante dos semanas que abarcan desde el sábado anterior al viernes santo hasta
el segundo domingo después del Viernes Santo.
La Semana Santa
alrededor del mundo
Celebración de la Semana Santa en la Basílica del Santo Sepulcro.
Esta basílica
fue construida en el lugar donde se produjo la crucifixión,
unción, sepultura y resurrección
de Jesús, Jerusalén.
Camino al Gólgota Jesús Nazareno de las Tres
Potencias.
La Semana Santa se celebra con ritos, actividades,
tradiciones y formas muy peculiares variando la región geográfica donde se
realice, las cuales coinciden en la conmemoración de la vida, pasión, muerte y
resurrección de Jesús de Nazaret.
La celebración de procesiones en la Semana Santa
tienen su origen a finales de la Edad Media, cuando los franciscanos se
encargan de organizar las procesiones. Desde entonces la celebración ha
conocido momentos de esplendor y otros más bajos, viviendo actualmente un
período de apogeo. En España se han conservado infinidad de tradiciones
diferentes, algunas de una enorme espectacularidad.
Semana Santa en
España
La escuela castellana es, por historia y patrimonio,
la más relevante.[cita requerida]
En Medina
del Campo (Valladolid), en 1410 San Vicente Ferrer
instauró las procesiones de disciplina. La Corte en Valladolid
permitió que los grandes imagineros del Barroco
español y de fuera de sus fronteras se establecieran en la ciudad, como Juan de Juni,
Pompeyo Leoni, Francisco de
Rincón o Gregorio
Fernández, los cuales tallaron grandes imágenes y escenas
para las Cofradías de la ciudad. En la actualidad, además de tener la
consideración de Interés
Turístico Internacional, Valladolid es sede del Museo Nacional de
Escultura, y su Semana Santa es conocida como "el museo
en la calle".
La Escuela Castellana
pervive en los desfiles de su entorno, y así, tienen la consideración de
Interés Turístico Internacional la vecina localidad de Medina de Rioseco
y las ciudades de Zamora, Salamanca,
y León.
En el sur, las procesiones en Andalucía y en la
región murciana son de grandes proporciones, y dan lugar a grandes
manifestaciones de fervor popular. En Sevilla
hay famosas tallas barrocas, como la Virgen Macarena
o el Jesús
del Gran Poder, los sevillanos por las calles ante emocionantes
demostraciones de religiosidad. En Córdoba, verdadera tierra de saetas, se producen
imágenes únicas con el discurrir de cofradías como la del Gitano por la cuesta
del bailío el Domingo de Ramos, o las Cofradias del Viernes Santo a su paso por
la judería y la Mezquita-Catedral. En Granada, los desfiles son más solemnes y
silenciosos. Conocida es sobre todo Sevilla
por la cantidad de visitantes y fama de la fiesta local en la capital
hispalense, acompañada de Málaga
que también es ampliamente conocida. Ambas son fiestas declaradas de Interés
Turístico Internacional.
La Semana
Santa en Cartagena fue la primera de la Región
de Murcia en recibir la declaración de Fiesta de Interés
Turístico Internacional, en buena medida motivado por su particular modo de
observar los desfiles pasionales, que narran los episodios del Evangelio
siguiendo fielmente la cronología y en los que se amalgaman los ricos bordados,
la luz, la flor, el perfecto orden marcial, la música, y especialmente las
bellas tallas de escultores renombrados como Francisco Salzillo,
José
Capuz o Mariano Benlliure.
En Murcia
salen a la calle algunas de las obras maestras de Francisco Salzillo. Ya en Lorca,
las hermandades compiten en la espectacularidad de los trajes de los personajes
del desfile, destacando los excepcionales bordados locales. En 2007,
la Semana
Santa en Lorca fue declarada de Interés Turístico Internacional.
En Orihuela
(Comunidad
Valenciana), la Semana Santa
ha sido recientemente distinguida con la declaración de de Interés Turístico
Internacional, reconociendo así una larga tradición artístico-religiosa de gran
arraigo en la que no faltan los magníficos pasos barrocos y el esplendor de sus
desfiles.
.
Fuera de los focos castellano, andaluz y levantino,
existen otras celebraciones completamente distintas. Por citar un ejemplo,
también en el norte de España hay celebraciones de gran importancia como las de
Ferrol o Vivero, ambas declaradas
Fiesta de Interés
Turístico Nacional. Tampoco no podemos olvidar los tambores del Bajo
Aragón, muy especialmente en las localidades de Híjar,
Alcañiz
y Calanda.
Parece que la tradición nace en Híjar a principios del siglo XVI, cuando los
franciscanos comienzan a organizar la celebración de la Semana Santa tal como
hoy se conoce ya que antes se se reunían los hijaranos alrededor del Calvario
de la localidad haciendo ruido con cacharros de todo tipo en protesta de la
injusta muerte de Cristo y también se hacía un via crucis que aún se conserva,
rematado por la ermita barroca del Santo Sepulcro. Probablemente es en el siglo
XIX cuando la celebración adquiere la forma actual, con el uso masivo del tambor
y el bombo por parte de la mayoría de la población. Todo comienza en la
medianoche del Jueves al Viernes Santo, cuando toda la población se reúne en la
plaza mayor, vestidos con túnicas negras. A una señal del alcalde todo el mundo
empieza a tocar, justo en el momento en que el jueves se convierte en viernes,
en un momento al que se conoce con el nombre de "Romper la hora".
A partir de ese momento no dejarán de sonar hasta el Sábado Santo por la tarde.
Recientemente también ha merecido la declaración de Interés Turístico
Internacional la Semana
Santa en Hellín (provincia
de Albacete, Castilla-La Mancha).
Semana Santa en
Guatemala
Es en este país donde se realizan las Procesiones,que
conmemoran la pasión ,muerte y resurrección de Jesucristo, que se llevan a cabo
en la época de la Cuaresma y la Semana Santa. Como es habitual, éstas consisten
en procesiones multitudinarias en las que yace una imagen de
Jesucristo,llevando en sus hombros la redención espiritual del mundo sobre un
anda (mueble de madera en forma de mesa larga y sin patas) y que es llevada por
los devotos cargadores, más comúnmente llamados "Cucuruchos". Las
andas procesionales más grandes llegan a tener hasta 150 cargadores, estas
generalmente son solamente en la ciudad capital, ya que del interior del país,
en especial Antigua y Quetzaltenango llegan a tener entre 70 y noventa
cargadores; generalmente no llegan a ser más grandes, dado el tamaño de las
calles y avenidas, ya que los cortejos fúnebres, dependiendo de su tamaño,
pueden tardar hasta veinte minutos en cruzar de una calle a una avenida o
viceversa, con un trayecto total de hasta 18 horas o un poco más, en los
principales puntos de la ciudad.
Aunque durante la Semana Santa se realizan Cortejos
Procesionales en los 334 municipios del país, especialmente El Santo Entierro,
el Viernes Santo por la tarde-noche, son tres ciudades, las que se destacan por
sus celebraciones de Semana Santa o Semana Mayor, siendo éstas: la Antigua
Guatemala, La Ciudad Capital y Quetzaltenango. Realizándose en las primeras
dos, procesiones y velaciones durante todos los domingos de la cuaresma, con la
imagen de Jesús con la cruz a cuestas -Jesús Nazareno- acompañado de la imagen
de la Virgen de Dolores, San Juan y María Magdalena. Quetzaltenango es la única
ciudad de este país y del mundo, en la que se realizan romerías todos los
viernes de cuaresma en las diferentes iglesias que realizan procesiones durante
la Semana Santa. (Un viernes le toca a cada iglesia). La Semana Santa
quetzalteca se caracteriza por el orden, la seriedad y la disciplina, siendo
creadora de este estilo la Hermandad del Señor Sepultado de San Nicolás, que es
la más prestigiosa y la más grande del interior del país, ya que cuenta con un
gran número de socios, su túnica es la más formal del país, se estrenó en 1940,
que consiste en Túnica de Pana, cerrada hasta el cuello y llega hasta el ojo
del pie, guantes negros y "bonete" de pana con cruz al frente, la
túnica se va complementada con el uso de "rosetón", que es la
insignia de la hermandad, la cual lleva colores morado y blanco y al centro el
rostro del Señor Sepultado.
En todo el país se elaboran alfombras al paso de
las procesiones, siendo las más famosas las de la Antigua Guatemala. Los
cucuruchos que cargan en las procesiones, visten túnica y bonete (llamado
capirote), en la mayoría de ocasiones de color morado, y el Viernes Santo por
la tarde y noche, de color negro, en las procesiones del Santo Entierro. En Guatemala
todas las procesiones van acompañadas de las marchas fúnebres, un género
musical exclusivo de de este país, es el segundo tipo de música más famosa de
Guatemala después de la marimba. Casi todas las marchas fúnebres han sido
compuestas por guatemaltecos, exceptuándose únicamente las marchas fúnebres de Frédéric François Chopin
y de Beethoven
(En la actualidad también se interpretan marchas de origen español entre otros,
haciendo los arreglos correspondientes para que sean lo más apegadas al género
interpretativo guatemalteco). Durante la Cuaresma se realizan las procesiones,
dando inicio el Domingo de Ramos, en el cual Jesús monta en el burrito, y el
resto de la semana hasta el Viernes Santo por la mañana, con la imagen de Jesús
Nazareno acompañado de la imagen de la Virgen de Dolores; el Viernes Santo por
la tarde y noche se realizan procesiones con la imagen de Cristo Yacente o
Señor Sepultado acompañado de la Virgen Dolorosa, San Juan, Santa Maria
Magdalena y en algunos casos también José
de Arimatea y Nicodemo,
en la Procesión del Santo Entierro. El Sábado Santo, más comúnmente llamado
Sábado de Gloria; se realiza la Procesión de Pésame de la Virgen ó Procesión de
la Vírgen de la Soledad, y el Domingo de Resurrección se realizan procesiones
con la imagen de Jesús Resucitado acompañado de la Virgen
María.
Guatemala tiene pocas celebraciones colectivas que
cohesionen con entereza a todos los habitantes de este envoltorio mágico.
Guatemala no canta, o baila, no danza. En las conmemoraciones de Cuaresma y
Semana Santa se resume todo el espíritu y la idiosincrasia del guatemalteco,
pues el guatemalteco ha hecho de la Pasión y muerte de Cristo la expresión más
genuina de su personalidad colectiva. Es la fiesta que parte en su esencia de
la espiritualidad más profunda, donde se combinan indisolublemente las
ancestrales creencias mayas con el fervor del cristianismo occidental, por lo
que el respeto y el recato pernean todo el espacio sagrado de estos días, que
se convierten en el año completo. Pero a su vez y sin lugar a dudas la Semana
Santa, es la gran fiesta del guatemalteco, se encarga de cohesionar a la
familia nuclear, sus amistades espirituales y sociales, y convierten la
convivencia colectiva en un canto a la hermandad. El guatemalteco ríe, llora,
se estremece, canta, bebe y come durante este espacio que lo hace sentir y
vivir a plenitud su ser colectivo único e irrepetible. Guatemala no podría
entenderse sin la Semana Santa; por algo los guatemaltecos inventaron las
marchas fúnebres, las procesiones de Nazarenos, llevaron a su máxima expresión
el arte efímero de las alfombras de aserrín e hicieron una creación inusitada
de cada velación. Familias que se unen, que viajan del exterior sólo para
cargar a sus santos. Turnos que se heredan de generación en generación, Señores
y Vírgenes que se convierten en amigos íntimos y entrañables.
Es de citar también que está devoción hacia las
diferentes imágenes, devoción que mantienen los adultos ya que son ellos los
que de alguna forma hacen los adornos de las andas y visten a las imágenes. Los
niños y jóvenes también quieren hacer lo mismo que ellos hacen, pero solo lo
pueden hacer mediante sus propias expresiones.
Así que los niños o jóvenes compran o hacen sus
ídolos e imágenes, donde cada quién de esa manera expresa de diferente forma su
amor a Jesús o a la Virgen. Por eso dependerá si solo hacen el anda, si la
procesionan...etc. Muy pocos de ellos desean hacerlo visibles, porque a pesar
de ser una tradición que tiene muchos años, generaciones lo hicieron, y ahora
lo siguen haciendo, lo único que les parece muy difícil de comprensión, para
las demás personas(sobre todo porque como nadie lo dice muy pocos lo mencionan,
se piensa que nadie lo hace) y es por eso que muy pocos la muestran como un
arte y una devoción.(Se demostró que muchos niños y jóvenes lo hacen, y aunque
fue un concurso la Asociación Infantil de Candelaria, Jesús Nazareno y Virgen
de Dolores, recibió una enorme cantidad de miniandas fabricadas con todo tipo
de materiales y llenos de simbología propias de un niño o joven).
Sin embargo, ya hubo una exposición de una persona
que mostró su obra en el Museo de la Semana Santa, ha expuesto también en otros
sitios. También es importante mencionar al Oratorio de la
Inmaculada Concepción es un oratorio pequeño, que no cabe ni siquiera un
niño, pero a diferencia del primero, este lleva una devoción continua (mantiene
una imagen y su culto lo desarrolla como todos las demás cofradías o
hermandades, no es para exposición) allí se llevan a cabo procesiones, con
recorridos todo en miniatura.
Por tanto, la Semana Santa es una fiesta afana que
debe entenderse como la máxima expresión de la nacionalidad y del alma
colectiva del guatemalteco, de todas las clases sociales y de los cuatro
pueblos que habitan ese envoltorio mágico del Centro de América.
Guatemala, además de ser un país multiétnico, pluricultural y plurilingüe,
también se caracteriza por ser una nación plurireligiosa desde los tiempos de
la colonización y evangelización, en donde los procesos históricos y culturales
llevaron al sincretismo de las ideas sacras. En tal sentido, hasta el siglo
XIX, en Guatemala convivían la religión católica en su vertiente oficial y popular
y la religiosidad maya en forma oculta. A partir del siglo XX, con la Reforma
Liberal, surgen la libertad de cultos y las denominaciones religiosas no
católicas que han ido creciendo hasta nuestros días. La procesiones de Semana
Santa caracterizan el sentir del católico guatemalteco, siendo su mayor
expresión de tradición y fe, los cortejos procesionales de la ciudad capital Ciudad
Guatemala y de la Antigua Guatemala.
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